Consideraciones de un director novato: PARTE 3
O eso parecía, porque la idea de presentarnos al Festival de Teatro de la UPM ha cobrado mucha fuerza, dada la buena acogida de la obra.
Pero no nos precipitemos.
A medida que se acercaba la fecha surgían distintos problemas, se nos caía gente... Llegado un punto perdimos a un mago, y como es lógico no me quedó otra que tomar su papel.
Los últimos días fueron, en muchos aspectos, horribles. Parecía que no iba a dar tiempo a nada, y por más trabajo que hacíamos, daba la sensación de que aún faltaba un mundo por completar. Todo ello hasta el punto de que hubo que cancelar el estreno: el sistema de luces no estaba configurado, y los actores no habían ensayado cambios de escena a oscuras nunca. Un auténtico desastre.
Por suerte, la decisión de posponer el estreno fue quizá una de las más acertadas que pudimos tomar como directores; supuso un balón de oxígeno que relajó la tensión: un día es lo que nos faltaba, como pudimos comprobar.
Los ensayos se habían trabajado bien, y la gente estaba preparada para representar un papel sólido, más allá de fallos puntuales. El estreno, al menos de cara al público, fue un éxito.
Qué alegría cuando por fin llegó el día, y qué nervios. Con decir que como cartomago, me enfrentaba por primera vez a trabajar con animales, y que no había ensayado ni una sola vez la aparición de la tórtola... Aunque algunos magos puedan mirarme mal, confieso que aquella fue la primera vez en toda mi vida que ensayé algo parecido, ya con el público delante, en plena actuación. Por no decir que el día anterior descubrimos que uno de los actores, que doblaba personaje, tenía imposible llegar a tiempo a su escena, lo que me obligó a tomar el papel de un secundario que jamás había ensayado. Cierto, apenas había texto y eran dos escenas idénticas, pero a mí al menos me imponía la idea de salir sin más. Claro que, no había otra: me tuve que quedar con las ganas de ver la obra que había codirigido.
Pero qué bien salió todo.
Y la sensación de ver toda la maquinaria funcionando definitivamente ante el público... No diré que es como publicar un libro, pero casi. Así, pese al esfuerzo que supuso para mí, como director, tanto mental como físico, y por desgracia académico, puedo decir que estoy muy satisfecho con los resultados.
Por un lado por la gente: la maravillosa gente que ha compuesto el reparto, y que ha trabajado por sacar esto adelante. Sin ellos, por supuesto, habría sido imposible. Y por supuesto aquellos que nos ayudaron con la parte técnica, igual de importante.
Por el otro, lo que he aprendido a nivel personal, sobre dinámica de grupo, creo que es una experiencia que solo se puede obtener metiéndose en el lío. No existe una preparación clara, y me parece un error, ya que al final hagas lo que hagas, o casi, en cualquier profesión tiene un peso esencial la colaboración con otras personas y, si tienes ciertas aspiraciones, el saber dirigirlas. Claro que habré cometido mis errores, pero creo que el balance de aciertos es muy positivo frente a estos y aún si no lo fuera, es de estos errores de donde he obtenido una valiosísima experiencia.
Y tras haber visto "The Martian", película bastante entretenida por cierto, recupero y amplio una breve explicación sobre el agua en Marte que escribí en facebook.
Puedes leerla AQUÍ.
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